El ocaso ha sepultado mi sonrisa
y aún no logro ver el amanecer,
en mi corazón abunda el desconsuelo
y mis lágrimas se convierten
en mi despecho
… sola, sola y triste,
vestida con la noche de mi dolor.
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Cuando sola te sientas
y el manto de la noche vele tu luz,
no pretendas ver en la oscuridad,
no pretendas entibiarte en el hielo.
Cuando el dolor se apodere
de tu pecho
y te encoja el corazón,
no esperes encontrar alivio en
un triste sollozo.
Cierra tus ojos y regalale
olvido al olvido,
indiferencia a la soledad,
recuerdos al frio,
sonrisas al dolor.
Recurda los abrazos,
rememora los besos,
revive el calor de los labios
entrelazandose en una unión
sagrada y profunda,
los espíritus respirando
uno frente al otro,
regalando el calor que brota
desde su pecho.
Y así, espérame,
como las flores aguardan dormidas
la llegada de la primavera,
envuelta en las túnicas de tiempo,
porque nunca te he dejado.
Te amo.
Gracias... n___n Te amo.
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