lunes, marzo 19, 2007

Ven a caminar conmigo por este cielo sediento de estrellas, que las espesas sombras del pavimento se traguen el viento de invierno que aun se cuela entre los huesos de la eternidad adormecida, las palabras se dibujan calladitas para no alterar los puntitos que van dibujando nuestras huellas mientras los demonios de la tierra alteran la cupula sobre nuestras cabezas. Cuanto tiempo pasara antes que la vida se deshaga en un montón de aire negro?, de este negro vistoso? de este negro que se ensalza en nuestros pies mientras el caminar nos hace abuelos, y padres y abuelos de nuevo hasta nacer hijos del mismo cielo en el que se siguen arrastrando nuestros pies, como pies cansados de mil decadas que ahora vuelven a repasar las mismas rutas a la misma muerte, que envejecen pero rien como niños jugando a encontrarse de nuevo con tus manos, tomando las mias, mirando al frente y caminando.