He tocado los labios de la inocencia
Y robado caricias a la soledad,
Ahora me encuentro dormida, soñando,
En que afuera no hay voces,
Sedientas de mí.
Y en que aquellas luces entre las sombras
No son más que espejismos
Dispuestos por ti, soledad
Sincera y amarga soledad
Te robas los besos de la esperanza
Y los guardas con celo tras tu verdad,
Cuando acabarás, las palabras disueltas
En la embriagada sencillez
Que cubierta de sangre
Desnudan al ser.
Simpática y violenta musa
De quienes disputan el placer
De, tras sus plumas, verte perecer,
Mas tú sigues sonriendo
Como yo aquella vez
En que vi tus ojos tras mi ventana
Violenta y con sed.
4 comentarios:
Pero la soledad, que se alza imponente y orgullosa ante nosotros, olvida que es tan débil y fragil como el endeble hielo de la primavera. También ella es fria y nos duerme lenta, pero inexorablemente en un sueño del cual es dificil retornar. Nos inmoviliza, nos hiela la sangre en las venas.
Pero como ese hielo fino, también es frágil. Su esplendor y magnificencia, su poder y vanidad no son más que ilusiones. Basta una caricia, una mirada, una palabra, y se resquebraja y derrite. Y entonces vulve a fluir el calor hasta el corazón.
Después, algun día, recordamos el tiempo en que nos arrodillamos ante la soledad y pensamos que seríamos siervos suyos por siempre... y nos reimos, porque fue vana y pasajera. Junto con la risa aparece entonces la sabiduría que es legado de la victoria.
Te amo.
quizas la soledad es un ilusion
"Hey you, look at me.
Tell me girl, what do you see?.
Cause a fearful girl looking at me... is what i see."
"Frank told me that Every creature in this world dies alone, and when i think about it i think about my dog. When he was on its last days he went out and hide under the porch... to die alone. I don't want to die alone".
"The greatest men are the most lonely"
Isolación
Aceptar lo inaceptable. Aceptar que no es ilusión ni de la mente un engañoso juego en construcción. De volverse arisco a todo ser a encontrarse solo en la multitud, devolverse por el camino y encontrar senderos curvos en la aparente rectitud. Aceptar la condición de línea unívoca y quererla como tal.
Aceptar que no es pasajera, y que mundos en millares hemos vivido en condición tan duradera.
Comenzar por olvidar el cauntificar lo incuantificable, y darse el regocijo de disfrutar ciertas cosas tan amables.
Y cuando aceptamos lo inaceptable, todo se invierte, y ciertas cosas se vuelve de odiosas... a deseables.
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