sábado, noviembre 26, 2005

Poema 4


En el alto cielo los cristalinos astros se fríen en la oscura salsa de la noche… pero esta noche parece vacía… la danza frenética de la luna y el sol, el caótico canto de las aves recitando odas a las chillonas flores, todo parece un pintoresco circo, un grotesco espectáculo de magia mundana y obscenos actos desbordados… todo pierde su inocencia, su dulzura… la impura belleza de manoseados términos acaba por alterar desde los escondrijos más profundos de mi ira cada centésima de tolerancia, veo lo absurdo del cantar de un ave mientras las lágrimas empapan con calidas caricias el vacío de mi alma, la tristeza de no tenerte a mi lado.
El sol se oculta tras el mar consternado, y sus últimos rayos esbozan irónicas sonrisas, carcajadas inhumanas pisoteando mi dolor. La naturaleza se confabula, todos parecen gozar y celebran con esta estúpida danza el triunfo de la distancia y el olvido. ¿Y a esto le llaman primavera! Crueles aquellos nefastos poetas de lo ya recitado, aquellos que balbucean amor sin entender el dolor del que ama cuando el día se tiñe con el adiós… silencio… ¿Será que han escuchado mi llanto? No, fue tan solo una nube, un exhalo de la tierra que con paso lento reemprende el flujo, un graznido apartado, el ave retoma el vuelo, un susurro y los amantes continúan los juegos, una lágrima y la yaga sigue derramando mi sangre...

1 comentario:

Miguel A. Fuentes Buchholtz dijo...

n_n riquishi... pero ya veo los patrones n_n !